REvista UNIVERSITARIA DEL CARIBE ISSN 2311-5807 (Print). ISSN 2311-7346 (Online).

Volumen 19, No. 2, Julio-Diciembre 2017 DOI: http://dx.doi.org/10.5377/ruc.v19i2.6468

La Interculturalidad y la Comunicación Intercultural: consolidando el Buen Vivir de los Pueblos

Interculturality and Intercultural Communication: consolidating the Good Living of the Peoples

Yulmar Runel Montoya Ortega1

Resumen

La interculturalidad ha constituido una dinámica de vida en construcción que permite el posicionamiento de la sociedad enmarcada en el respeto, promoción, intercambio equitativo e igualitario que se materializa mediante la armonía y los momentos colectivos que construyen el Buen Vivir y el Vivir Bien de los pueblos; una práctica para la construcción de un mundo equitativo. La Interculturalidad y la Comunicación Intercultural se ha concebido mediante la convivencia, interacción, acción de compartir valores, modo de establecer vínculos y relaciones entre las personas de diferentes culturas, como un elemento de unidad en la diversidad y el fortalecimiento de las identidades multiculturales que habitan los pueblos indígenas y afrodescendientes de Abya Yala. En pleno siglo XXI el abordaje de la interculturalidad se ha convertido en un desafío para quienes la ven como un recurso discursivo o político, pues desde la lógica de los pueblos más que un concepto; es una forma de convivencia de y para la vida, permitiendo el acompañamiento de los ancestros, quienes guían el caminar y el vivir de cada cultura. Si bien es cierto, hay quienes han adoptado la interculturalidad como un discurso político; incluidos gobiernos, Estados, organizaciones e instituciones educativas que no entienden la esencia de la misma, pero que lo parafrasean con amplio dominio.

Palabras Clave: Interculturalidad; Comunicación Intercultural; Bien Vivir: pueblos.

Summary

Interculturality has constituted a dynamic of life in construction that allows the positioning of society framed in respect, promotion, equitable and equal exchange that is materialized through harmony and collective moments that build the Good Living and Living Well of the people ; a practice for the construction of an equitable world. Interculturality and Intercultural Communication has been conceived through coexistence, interaction, action to share values, way to establish links and relationships between people of different cultures, as an element of unity in diversity and the strengthening of the multicultural identities that inhabit the indigenous and afro-descendant peoples of Abya Yala. In the 21st century, the approach to Interculturality has become a challenge for those who see it as a discursive or political resource, since from the logic of the people rather than a concept; it is a way of coexistence of and for life, allowing the accompaniment of the ancestors, who guide the walking and living of each culture. While it is true, there are those who have adopted Interculturality as a political discourse; including governments, states, organizations and educational institutions that do not understand the essence of it, but paraphrase it with broad domain.

Key Words: Interculturality; Intercultural Communication; Good Living; Peoples.

I. Introducción

La interculturalidad se arraiga desde la raíz de los pueblos indígenas y afrodescendientes, en un continente donde la historia se enmarca en injusticas y desigualdades, ayer los conquistadores, luego los encomenderos y criollos, ahora enmascarada por la marginación y el racismo empleado por los sistemas políticos neoliberales para el beneplácito de sectores hegemónicos. En pleno siglo XXI las bondades, dificultades y retos se convierten en una encrucijada llena de luchas constantes en la búsqueda y consolidación del Buen Vivir y el Vivir Bien en América Latina. Ante los desafíos eminentes que día a día se vuelven una odisea perpetua para las formas propias de pensar la vida, la Comunicación Intercultural juega un papel fundamental y estratégico en la búsqueda de la consolidación del Buen Vivir de los Pueblos, mediante el compromiso de los defensores de la Madre Tierra.

En el presente ensayo la Interculturalidad y la Comunicación Intercultural se concibe mediante la convivencia, interacción, acción de compartir valores, modo de establecer vínculos y relaciones entre las personas de diferentes culturas, como un elemento de unidad en la diversidad y el fortalecimiento de las identidades multiculturales que habitan los pueblos indígenas y afrodescendientes de Abya Yala.

De manera que este escrito permite facilitar y orientar particularidades esenciales del tema en cuestión, generando una visión holística como un proceso cognitivo y singular planteado desde la filosofía de los pueblos indígenas y afrodescendientes, desde sus particularidades y realidades cotidianas.

II. Desarrollo

Occidente ha venido apropiándose de la interculturalidad como una herramienta discursiva que manipulan y tergiversan su interpretación, misma que engloba un sin número de particularidades que nacen desde la esencia de la vida misma, el espíritu de la hermandad y reconocimiento colectivo, sin tener preferencia alguna, sino que busca fortalecer la horizontalidad.

La Interculturalidad y la Comunicación Intercultural están de la mano, enmarcadas en la misma línea y juntas hacen una metamorfosis permanente para la consolidación del Buen Vivir desde las diversas realidades y desde la relación armoniosa de los distintos saberes y planteamientos diversos de cada cosmovisión.

A caso alguna vez nos hemos planteado, cuál es el fin de la Interculturalidad y de la Comunicación Intercultural, realmente aporta al Buen Vivir de los Pueblos o es un proceso discursivo de quienes lo entienden a su conveniencia. El abordaje de este breve escrito permitirá, en última instancia, generar y compartir algunas ideas en torno al foco central del ensayo.

La interculturalidad es una dinámica en construcción que permite el posicionamiento e involucramiento de la sociedad enmarcada en el respeto, promoviendo un intercambio equitativo e igualitario que se materializa mediante la armonía y los momentos colectivos que construyen el Buen Vivir y el Vivir Bien de los pueblos, como una práctica fundamental para la construcción de un mundo equitativo.

Al caminar de los años se ha venido posicionando desde los pueblos indígenas y afrodescendientes como una ruta y camino fundamental, necesario y de convicción donde la igualdad, horizontalidad y respeto prevalece como una filosofía de vida y convivencia multicultural. Es así que la interculturalidad empieza a entenderse en América Latina desde la década de los 80 en relación con las políticas educativas promovidas por los pueblos indígenas (Walsh, 2010).

En consecuencia con la apuesta a un mundo mejor, que garantice una soberanía de vida armoniosa y espiritual, los pueblos han demostrado tener la madurez de ajustar sus realidades con posiciones firmes y claras ante occidente; mostrando así el mejor de los casos sobre la interculturalidad, como un camino eficaz que construye las sendas del Buen Vivir, con planteamientos de horizontalidad en la diversidad del pensamiento colectivo donde ningún grupo cultural está por encima del otro, favoreciendo en todo momento la integración, la convivencia social, la comunitariedad y el respeto a las culturas.

Por eso se presenta como la oportunidad de aprender en la reciprocidad y de entablar un diálogo horizontal como una forma justa de relacionarse y de entenderse, fortaleciendo las formas de entender, ver e interpretar el mundo, comprendiendo que la diversidad de pensamiento es amplia, compleja y multifacética. Por tal razón la interculturalidad es la relación entre gente que comparte culturas diferentes. Y una situación de interculturalidad es siempre compleja y la manera cómo se trata puede ser muy diversa (Ansión, Turbino y Alfaro, 2007).

En pleno siglo XXI el abordaje de la interculturalidad se convierte en un desafío para quienes la ven como un recurso discursivo o político, pues desde la lógica de los pueblos más que un concepto; es una forma de convivencia de y para la vida, permitiendo el acompañamiento de los ancestros, quienes guían el caminar y el vivir de cada cultura. Si bien es cierto, hay quienes han adoptado la interculturalidad como un discurso político; incluidos gobiernos, Estados, organizaciones e instituciones educativas que no entienden el valor de la esencia de la misma, pero que lo parafrasean con amplio dominio. Ante ello es válido resaltar que el planteamiento es posicionado por la cosmovisión indígena y afrodescendiente como una ruta fundamental para el Buen Vivir y el Vivir Bien, que se materializa mediante la armonía con la Madre Tierra, el cuido de la Pacha Mama, la correlación con el cosmos y los elementos de la vida; agua, fuego, viento y tierra.

La creciente incorporación de la interculturalidad en el discurso oficial de los Estados y organismos internacionales se ha apoyado, en la mayoría de los países, en una postura de no cuestionamiento del modelo sociopolítico vigente, la cual, además, se encuentra marcada por la lógica neoliberal (Ferrão, Vera, 2010, p. 338).

El Buen Vivir y el Vivir Bien promueve prácticas y conjuga iniciativas armónicas horizontales que garantizan el alimento necesario, la alegría, la convivencia comunitaria, la hermandad, la paz, la relación entre la vida humana y de la naturaleza que dialoga mediante el lenguaje corporal de los vientos, el sol, la luna, la noche, el día, los movimientos de las hojas, la cosecha de las semillas, el cantar de los pájaros, y el nado de los animales marinos.

Un proyecto intercultural es un proyecto de convivencia en paz, (Ansión Et al., 2007), este elemento es fundamental para la humanidad porque unifica en la diversidad, por ser un proceso de relación, comunicación y aprendizaje entre personas de distintas identidades culturales y raciales que comparten sus conocimientos, valores y tradiciones que ha llevado a generar, construir, propiciar un respeto mutuo y un desarrollo armónico de las capacidades de quienes habitan la Madre Tierra.

La cultura es inherente a la raza humana, todos los seres vivientes nos identificamos por medio de rasgos culturales que nos asemejan por medio de características que se traducen a los procesos históricos que se materializan desde las vivencias registradas a lo largo del tiempo (Ansión Et al., 2007), afirman que: “El relacionarse con el mundo en la cultura implica construir un mundo de significaciones compartidas por un grupo humano en un proceso histórico” (p. 39). Por tanto cultura es aquello que los hombres y las mujeres han construido a lo largo de la historia: conjunto de formas de vida, costumbres, representaciones sociales, creencias, normas, mitos, valores, rituales (Alonso, 2006, p. 865).

Por ello el enfoque de la interculturalidad es hoy por hoy una necesidad que todo ser racional debe de adoptar, como una alternativa fundamental para la construcción de un mundo mejor, que consolide las buenas prácticas de los abuelos y abuelas como una forma más vivencial y de compartir el diario vivir, desde la relación entre personas de diversas culturas, construida sobre saber y hacer dentro de una comunicación más humana e intercultural.

La interculturalidad como categoría en construcción parte de la afirmación de la cultura asociada a formas de conocimiento, ya que es necesario distinguir entre las diferentes racionalidades constructoras de conocimientos; en la cultura, como forma de pensamiento que los organiza (Bussoletti, Guevara y Landín, 2011, p. 14).

La interculturalidad, se materializa con la Comunicación Intercultural; esta es fundamental e indispensable para los procesos que se desarrollan a diario desde nuestros contextos, a partir del diario vivir, que se fortalece por medio del respeto, la convivencia y el compartir. Es por esta razón que para poder entender lo descrito es esencial partir de la concepción de interculturalidad a como lo expliqué en las líneas anteriores. De ese modo, ella propicia entrar en la cultura del “otro”, comprenderla e interpretarla a partir del punto de vista del “otro” (Burckhart, 2015), respetando su cosmovisión y sus formas de ver e interpretar el mundo, pues la diversidad de pensamientos e interpretación de la vida misma es un universo indescriptible.

Por ello se considera un elemento fundamental, en la que se aprende a ejercerla de manera armoniosa; respetando el ser diferente desde la interacción y la convivencia entre los pueblos, comprometidos con las luchas y causas en pro de las comunidades indígenas, afrodescendientes, campesinas y mestizas de Abya Yala (América Latina). Es así que se fundamenta como un espacio de respeto y de intercambio dialógico. La comunicación intercultural ayuda a crear una atmósfera que promueva la cooperación y el entendimiento, y posee características especiales que le pueden permitir realizar tal función, garantizando así el Buen Vivir y el Vivir Bien. Por ende, la clave de la comunicación intercultural es la interacción con lo diferente, se refiere a la interacción entre personas de diversas culturas (Rizo 2013).

Cada pueblo tiene su propia manera de entender el mundo y su forma de ver, sentir, querer, bailar, hablar, por eso la comunicación intercultural es un elemento de unidad y de diversidad porque permite la interacción colectiva entre las comunidades indígenas, afrodescendientes y occidentales, que entretejen espacios de diálogos en armonía. Y tiene como propósito, el rompimiento de fronteras internas, individuales o colectivas, que generan estrategias de interacción que fortalece los distintos procesos comunitarios.

La comunicación intercultural toma fuerza y vida desde el diálogo de saberes, que se materializa mediante el compartir la palabra desde diversos ángulos; críticas, propuestas, acercamiento, negociación, entendimiento, unidad, diversidad, comunitariedad, espiritualidad y sabiduría. Ejemplo de ello son las formas de dialogar compartidas por los ancestros, mayores y abuelos, así como los líderes espirituales, sabios y sabias, quienes dialogan, conversan e intercambian saberes con los espíritus de la Madre Naturaleza como un elemento horizontal que fortalece el Buen Vivir y el caminar de los pueblos indígenas y afrodescendientes: el diálogo con el mar, las olas, el fuego, el aire, la lluvia, el movimiento de las hojas, el cantar de los pájaros, los sueños, y el diálogo con las plantas medicinales, consolidan el ejercicio de una comunicación propia intercultural.

Los saberes permiten compartir la palabra por varias vías, los conocimientos y prácticas son infinitos y cada uno tiene un valor significativo invaluable:

Pérez y Alfonzo (2008), destacan que: “El diálogo de saberes constituye una manera de relacionar; se trata de que el sujeto exprese su saber frente al saber del otro y de lo otro, pues la realidad vivida se debe incorporar a través de sus costumbres, hábitos, creencias y saber”.

El papel de la comunicación intercultural fortalece el aprender relaciones entre diferentes, abre el camino para la relación interpersonal y con los demás seres, y por ende los procesos encaminados desde cada una de las cosmovisiones propias de cada pueblo de cara al Buen Vivir y el Vivir Bien. De tal forma que debe facilitar la interacción entre las partes, comprender cómo las posiciones se construyen basándose en elementos culturales y traducir los contenidos de las diferentes culturas en términos de un código común aceptado y consensuado (Leiva y Márquez, 2012, p. 74).

En la diversidad del pensamiento y formas de organizar que encaminan los pueblos desde el pensamiento colectivo, se entreteje un canto de vida marcadas por múltiples experiencias en la práctica de sus culturas cosmogónicas que fortalecen los lazos de la comunicación intercultural en esencia propia, mediante el vuelo del Cóndor y el Águila, dos aves sagradas que comunican mediante sus vuelos y aleteo magistral desde las alturas de los Andes y del norte de nuestro continente; como seres sagrados milenarios que con gratitud mantienen vivo el espíritu de esperanza y lucha ancestral, como un sinónimo de lucha, integridad y comunicación perpetua entre el sur y el norte de los pueblos que se consagran por la lucha y resistencia marcada por más de 500 años y que se comunican con los ancestros, sabios y líderes espirituales para compartir el caminar de la palabra. Gudykunst y Ting-Tooney (Citado por
Alsina, 2006), “destacan que la “comunicación intercultural” es la comunicación interpersonal entre pueblos con diferentes sistemas socioculturales y/o la comunicación entre miembros de diferentes subsistemas (por ejemplo grupos étnicos) dentro del mismo sistema sociocultural.

La comunicación Intercultural, debe significar oportunidades para acercarnos desde nuestros espacios a demandas sugeridas y propias de la comunidad y la sociedad en su conjunto, en un esfuerzo por lograr que quien recibe información, pueda aportar desde su condición de sujeto y no objeto receptor, en el que prevalezca el respeto a su identidad cultural, territorial, espiritual y económica, sin transgredir el ser indígena, el ser negro o el ser campesino, sino que haya un abordaje adecuado y lógico, según las particularidades y demandas de los pueblos. De manera que desde una visión más deliberada, es una recopilación de procesos que se define o se entiende desde la práctica, destacando en cómo se lleva hacia fuera, que fortalezca y aporte a la consolidación del Buen Vivir y el Vivir Bien de los pueblos del mundo.

Finalmente, el crecimiento nocivo del uso de la interculturalidad y la comunicación intercultural como concepto y como una herramienta discursiva, es cada día más visible, por ello es necesario seguir consolidando ambos elementos para la vida y su concepción, con posicionamientos firmes; pues hay que estar más que claros que la verdadera razón de estos procesos es la relación horizontal, la hermandad, la reciprocidad y el entendimiento, respetando los puntos de vista y cosmovisiones de los demás.

No hay dudad que el Buen Vivir y el Vivir Bien debe de ser el objetivo único para la vida plena y armónica de la raza humana, y la comunicación intercultural es vital, y en esta lógica ha venido jugando un papel determinante que se conjuga con la interculturalidad de manera consecuente con los diferentes planteamientos que garantizan la relación diversa.

III. Lista de referencias

Alonso, R. S. (2006). La educación intercultural. Revista de educación, 339, 859-881.

Alsina, M. R. (2006). Los estudios de comunicación intercultural. ZER-Revista de Estudios de Comunicación, 1(1).

Ansión, J., Turbino, F., & Alfaro, S. (2007). La interculturalidad y los desafíos de una nueva forma de ciudadanía. Educar en ciudadanía intercultural. Chile: Universidad de la Frontera y Fondo Editorial Pontificia Universidad Católica del Perú. Págs, 37-62.

Bussoletti, D., Guevara, Á. E., & Landín, D. M. (2011). La interculturalidad en América Latina: una categoría en construcción. RECERCA. Revista de Pensament y Anàlisi, (11), 11-27.

Burckhart, T. R. (2015). América Latina, Derechos Humanos e Interculturalidad: para una perspectiva emancipadora.

Ferrão Candau, Vera Maria. (2010). Educación Intercultural en América Latina: distintas concepciones y tensiones actuales. Estudios pedagógicos (Valdivia), 36(2), 333-342. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-07052010000200019

Leiva Olivencia, J. J., & Márquez Pérez, M. (2012). La comunicación intercultural: una herramienta de inclusión en los contextos educativos de diversidad cultural. Revista de Pedagogía, 33(93).

Münzel, Mark, Reseña de “Comunicación intercultural en América Latina: ¿Del conflicto al diálogo?” de Eva Gugenberger (Hrsg.). Indiana [en linea] 2004, (Sin mes) : [Fecha de consulta: 28 de octubre de 2017] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=247018390015> ISSN 0341-8642 

Pérez Luna, E., & Alfonzo Moya, N. (2008). Diálogo de saberes y proyectos de investigación en la escuela. Educere, 12(42).

Rizo García, M. (2013). Comunicación e interculturalidad. Reflexiones en torno a una relación indisoluble. Global Media Journal, 10(19).

Walsh, C. (2010). Interculturalidad crítica y educación intercultural. Construyendo interculturalidad crítica, 75-96.


1 Master Internacional en Comunicación Intercultural. Director del Instituto para la Comunicación Intercultural de la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense. Correo: yulmar.montoya@uraccan.edu.ni ORCID: https://orcid.org/0000-0003-1873-2026

Recibido: 31/10/2017 Aprobado: 23/11/2017

Montoya Ortega, Y. (2017). La interculturalidad y la comunicación intercultural: consolidando el Buen Vivir de los Pueblos. Revista Universitaria Del Caribe, 19(2), 31-35. DOI: http://dx.doi.org/10.5377/ruc.v19i2.6468

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