Carlos José Blandón Ruiz1
Recibido: 28 de enero de 2020. Aceptado: 26 de junio de 2020
1 Docente de Lengua y Literatura-Instituto Nacional José Martí, La Trinidad-Estelí. Correo electrónico: carlosblandonruiz@gmail.com. El autor es poeta y ensayista acreditado por la Asociación Acción Creadora Intercultural (ACIC). Escritor del libro de ensayos didácticos Darío en el signo del cisne (2019).
RESUMEN
El presente ensayo analítico aborda el tema: Importancia del fomento de la lectura para el desarrollo de la comprensión de textos. En él se bosquejan los siguientes ejes temáticos: lectura, proceso lector, comprensión lectora, habilidades y estrategias para su desarrollo, todos los cuales brindan una idea sólida sobre la imperiosa necesidad de inculcar el hábito lector como fuente de conocimiento y transformación del ser interior y de la realidad circundante. En ese orden, promover una cultura basada en la lectura consciente permitirá a las personas ostentar una visión holística, heurística y epistemológica en todos los campos de la sociedad. Es por tal razón que, en este estudio se detallan de manera sistemática los pasos (o pautas) que se deben tomar en cuenta para llegar a una interpretación más fehaciente de los textos, en la que el lector codifique y decodifique con pertinencia y propiedad, lo expresado por el autor del texto en su contexto.
Palabras clave: lectura; proceso lector; comprensión lectora; estrategias; habilidades.
ABSTRACT
This analytical essay tackles “The Importance of Promoting Reading to Develop the Comprehension of Texts” in which the following core themes are discussed: reading, the reading process, reading comprehension as well as skills and strategies for its development; all of them provide a solid idea about the overriding necessity of cultivating the reading habit as a source of knowledge and transformation of the inner being and the surrounding reality. In such a fashion, promoting a culture based on conscious reading will allow readers to hold a holistic, heuristic, and epistemological view in all the fields of society. Therefore, this academic paper systematically outlines the steps –guidelines– to be taken into consideration in order to reach a more reliable interpretation of reading texts in which the reader encodes and decodes with accuracy and appropriateness what is expressed by the author of the text in its context.
Keywords: reading; the reading process; reading comprehension; strategies; skills.
INTRODUCCIÓN
Póngase en tela de juicio lo siguiente: ¿ya no estamos leyendo?, ¿estamos leyendo cada vez menos?, ¿la tecnología nos está distrayendo sobremanera?, ¿hacen falta estrategias pertinentes para fomentar este hábito? O quizá, ¿estamos leyendo de otro modo? Todos estos cuestionamientos nos llevan a considerar que la lectura es imprescindible, ya que no solo define al ser humano, sino que también potencia las relaciones humanas dentro del entorno donde estas se generan. En ese sentido, el ánimo de este ensayo es valorar la importancia que tiene la lectura como fuente castalia de conocimiento en las diferentes sociedades y culturas. Por consiguiente, resulta esencial que los hombres y las mujeres asuman un papel creativo y pensante que los conduzca hacia un verdadero proceso de conocimiento transformador de su realidad. A este respecto, Freire (2004) esboza que:
El auténtico acto de leer es un proceso dialéctico que sintetiza la relación existente entre conocimiento-transformación del mundo y conocimiento-transformación de nosotros mismos. Leer es pronunciar el mundo, es el acto que permite al hombre y a la mujer tomar distancia de su práctica (codificarla) para conocerla críticamente, volviendo a ella para transformarla y transformarse a sí mismos. (p.17)
Sobre la base de la lógica del pensamiento freiriano, en el actual contexto educativo, se torna un reto incentivar el hábito de la lectura a quienes interactúan en derredor nuestro, puesto que ha alcanzado estándares ingentes, dada su importancia en el desarrollo cognitivo y metacognitivo, siendo estos, dos aristas constitutivos del gran prisma en la cosmovisión del ser humano.
DESARROLLO
Solé (2006) aduce que “Leer es un proceso de interacción entre el lector y el texto, proceso mediante el cual el primero intenta satisfacer (obtener una información pertinente para) los objetivos que guían su lectura” (p. 17). En otras palabras, leer es saber comprender, y, sobre todo, saber interpretar, implica que los lectores establezcan sus propias opiniones, valoraciones y juicios de lo leído. Por ello, leer es participar en un proceso activo de retroalimentación (lector-texto).
Freire, por su parte, contrapuntea: “La comprensión del texto a ser alcanzada por su lectura crítica implica la percepción de relaciones entre en el texto y el contexto” (Ibídem, p. 1). Con base a ello, es posible triangular lo expuesto por Cassany (2006) cuando sostiene que “Leer implica decodificar las palabras del texto, exige que el lector aporte conocimientos previos, obliga a inferir todo lo que no se dice […]; el significado nace de la cultura que comparten el autor y el lector” (p.3).
En la diacronía de la historia, la lectura ha sido un recurso holístico y epistemológico. Por tanto, es imperioso citar un sintético decálogo literario de grandes artífices, quienes han destacado entre verso y verso, la magia de la lectura:
Cervantes: “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”.
Shakespeare: “La lectura es una felicidad en medio de mi desgracia”.
Descartes: “La lectura es una conversación con las mejores personas de los siglos pasados”.
Schopenhauer: “Leer es equivalente a pensar con la cabeza de otra persona en lugar de la propia”.
Hugo: “Aprender a leer es encender un fuego; cada sílaba pronunciada es una chispa”.
Poe: “Durante la hora de la lectura, el alma del lector está sometida al alma del escritor”.
Unamuno: “Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee”.
Darío: “es fuerza, es valor, es poder, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor”
Borges: “El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta el modo imperativo”.
Neruda: “Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no escucha música, quien no halla encanto en sí mismo”.
Estos escritores, por mencionar algunos, crean la premisa de que es a través de la lectura que se construye el sentido de independencia en las personas, en la medida en que esta sea un instrumento sustantivo para desenvolverse con ciertas garantías en una sociedad intelectual, con miras a la consecución de nuevos conocimientos, que le sirvan al lector como un vehículo que lo acerque a un mundo de significados, a la cultura, o mejor, a múltiples culturas.
Para el cumplimiento de lo anterior, es vital que el lector aplique tres planos durante su lectura, que es lo mismo decir: niveles de comprensión lectora. Uno de ellos está perfilado a las líneas (nivel literal), en el que su compromiso es comprender el significado literal, esto es, la suma del significado semántico de todas sus palabras; un segundo plano, es la lectura entre líneas (nivel interpretativo), lo que implica generar deducciones, inferencias y presuposiciones de las palabras del texto.
inalmente, el análisis detrás de las líneas (nivel aplicado-crítico), donde se encuentra la ideología, el punto de vista, la intención y la argumentación que apunta el autor, con base al pensamiento crítico del lector.
Si bien es cierto que, escribir es plasmar la reflexión interior, leer es desplegar en uno mismo la reflexión de otro que significa lo escrito, siguiendo un proceso en el que se entrelazan los argumentos propios con los de otros, creando la trama mental al relacionar los significados; es decir, las lecturas. En ese marco, si lo explicamos desde el ámbito educativo, es función de los docentes acompañar a los estudiantes a transitar por el proceso lector. Por ello, es importante que conozcan en qué consiste cada etapa y qué actividades pueden realizar en cada una para practicar estrategias lectoras, enseñando con esto, a leer comprensivamente.
Este proceso lector, comprende tres momentos que son de estricto cumplimiento para lograr la comprensión lectora, por consiguiente, deberá haber un antes, un durante y un después de la lectura. Así pues, antes de la lectura, como su nombre lo indica, se refiere al momento previo a leer, puesto que la comprensión lectora se inicia, precisamente, antes de leer. La etapa antes de leer puede definirse entonces, como el momento previo a la lectura que consiste en la realización de actividades relacionadas con el contenido de esta. Es una etapa donde la mente realiza una serie de actividades, para empezar a leer con una idea de lo que puede haber dentro del texto.
Posteriormente, se procede a una etapa conocida como “lectura consciente”, que se efectúa durante la lectura. Esta consiste en una serie de actividades que se realizan mientras el estudiante lee o mientras el docente les lee y que le permiten poco a poco comprender el significado o mensaje. Es el momento en el que el lector interactúa con el texto y establece un diálogo. En tanto, la lectura consciente implica la capacidad para, al leer, darse cuenta en qué momento se ha dejado de comprender y hacer algo para recuperar la comprensión, por ejemplo: volver a leer, hacer un esquema, preguntar, etc.
Un último eslabón dentro de la cadena del proceso lector, es la decodificación del texto después de la lectura. Antes de definir esta etapa, pregúntese, cuando usted ve una película, ¿qué hace luego de que esta termina?: ¿piensa en lo que sucedió?, ¿cuestiona algunas situaciones o escenas?, ¿la comenta con las personas con quienes la vieron o con alguien a quien se encuentra?, ¿qué comenta acerca de ella? Este ejercicio le ayudará a comprender que así como después de visualizar la película, es inevitable que usted reaccione con sus pensamientos, comentarios, opiniones, etc.
En la lectura sucede algo parecido, después de leer una historia, un poema, un texto informativo: el lector reacciona preguntándose qué comprendió, qué fue lo más importante, qué fue lo que más le gustó, con qué ideas no está de acuerdo y, en general, qué piensa de lo que leyó. De esa forma, después de leer es cuando organizamos en la mente las ideas y los elementos importantes que durante la lectura se obtuvieron y que permitieron elaborar el significado del texto. En otras palabras, el lector hace la construcción del significado global. Por ello, es muy importante desarrollar esta etapa cuando se realizan lecturas con los estudiantes. Esto elevará su comprensión.
Por lo antes expuesto, se afirma que el lector es el agente y como tal, el responsable de la (re)construcción del significado del texto, de su interpretación. Ante el texto, el lector actúa como un descubridor de las opciones significativas que el texto avale o admita. Por consiguiente, es imperante que el lector, para ser considerado competente, posea las siguientes características que puntualiza Fillola (2004):
Esas particularidades que clarifica Fillola, nos impulsan a cuestionarnos: ¿por qué enseñar estrategias de comprensión lectora? Citando una vez más a Solé (2006), exclama:
“¡Pues para leer! ¿Para qué va a ser, si no?” […] En síntesis, porque queremos hacer lectores autónomos, capaces de enfrentarse de manera inteligente a textos de muy distinta índole, la mayoría de las veces distintos de los que se usan cuando se instruye. Esos textos pueden ser difíciles, por lo creativos o porque estén mal escritos. En cualquier caso, dado que responden a una gran variedad de objetivos, cabe esperar que su estructura sea también variada, así como lo será su comprensibilidad. (Ibídem, pp. 60-61)
En gran medida, los conocimientos que adquiere un estudiante llegan a través de la lectura. Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, se necesita leer una variedad de textos para apropiarse de diferentes conocimientos y la importancia de ello, no solo radica en los contenidos, sino en la cantidad, estilo y propósitos de la lectura. Por tanto, la comprensión lectora involucra, como su nombre lo indica, la habilidad de comprender e interpretar una amplia variedad de textos, así como de dar sentido a lo leído al relacionarlo con los contextos en que aparecen. Ahora bien, una conceptualización de comprensión lectora es la que ofrece Solé (2006), quien afirma:
[…] comprender es ante todo un proceso de construcción de significados acerca del texto que pretendemos comprender. Es un proceso que implica activamente al lector, en la medida en que la comprensión que realiza no es un derivado de la recitación del contenido de que se trata. (Ibídem, p. 37)
Asimismo, expone:
[…] una persona cualquiera puede comprender cuando realiza un importante esfuerzo cognitivo durante la lectura y es ese esfuerzo el que permite hablar de la intervención de un lector activo que procesa y atribuye significado a lo que está escrito en una página. (Ibídem p. 33)
Desde el punto de vista del autor de este escrito, la comprensión lectora constituye una de las vías principales para la asimilación de la experiencia acumulada por la humanidad. Su enseñanza coadyuva al desarrollo intelectual y afectivo del estudiante, puesto que no es posible entender el aprendizaje sin la lectura. Sin ella, el estudiante tendrá que enfrentar diversas dificultades para la construcción de su propio conocimiento. Para ahondar en este punto, es preciso citar a Perera (2012) quien expone que “es importante recalcar que el alumnado comprende lo que lee en base a sus conocimientos previos sobre el tema que están leyendo, es decir, que si les es significativo, las probabilidades de comprensión se pueden presentar a gran escala” (p. 2).
Acuñando la opinión de Perera, se debe conocer que no solo debemos ver en el alumnado si sabe leer correctamente, sino también, si comprende bien lo que está leyendo; es precisamente ahí donde estriba la importancia de la comprensión de textos, debido a que es la base para la consolidación de los aprendizajes posteriores a medida que se pasa de nivel. Con respecto, una de las aportaciones más relevantes en este tema se debe a Anderson (1980) citado por Moreno (2006) quien distingue varias habilidades (aunque existen otras efectivas) que el lector puede o debe utilizar a fin de conseguir una representación del significado de forma adecuada, a saber:
En el hilo de lo referido, vale concebir a la lectura como la vía privilegiada de acceso al conocimiento en todos los ámbitos. Cabe destacar que, los estudiantes del siglo XXI viven en una sociedad en la que la información se expande y multiplica de manera exponencial y acompaña todas las actividades académicas. Empero, la necesidad de acceder a ella, no es solo académica, puesto que hoy en día la lectura está ligada al desarrollo personal, profesional, y también, a la inclusión social.
CONCLUSIÓN
En definitiva, debe valorarse la importancia que tiene la lectura en la vida del ser humano como ente social de cambio. La lectura, en este aspecto, es la herramienta más idónea para alcanzar el conocimiento transformador que postula la doctrina de Freire, pues la práctica de la misma debe llevar al individuo a transformar su interior y, en seguida, el entorno en el que habita y cohabita.
Por su parte, el tema de la comprensión lectora se ha estudiado desde antaño. Desde principios de siglo, tanto educadores como psicólogos han considerado su importancia para la lectura y se han ocupado de determinar lo que sucede cuando un lector comprende un texto. Es así que, con el paso de los años, el proceso de comprensión lectora se ha intensificado, lo que ha conllevado a especialistas en la materia a desarrollar estrategias metodológicas idóneas para su enseñanza.
Desde esa perspectiva, la lectura ha de considerarse como una herramienta extraordinaria de trabajo intelectual, puesto que implica una serie de procesos y estrategias que el lector, en el trascurso de su desarrollo de habilidades cognitivas y metacognitivas guiado por su aprendizaje escolar, debe dominar con el fin de mejorar el nivel de comprensión lectora que lo llevará a indagar, analizar, relacionar e interpretar lo leído con el conocimiento previo.
Para cerrar este escrito, insto a quienes comparten conmigo el placer de la lectura, a que degusten del siguiente poema de mi autoría, intitulado ¡Sálvese quien lea!:
Lee y vivirás, no leas y morirás lentamente.
Lee hasta que te duelan los ojos.
Lee hasta que encuentres placer, si no lo hallas, lee porque es seguro que no hayas leído aún.
Lee hasta que sientas que golpeas tu ciencia.
Lee como si fuese el único libro que llegará a tus manos en décadas.
Lee como si el autor mismo te estuviera hablando.
Lee para que enseñes a otros, pero lee para que inspires a muchos.
Lee hasta que se agoten las horas y amanezca un nuevo sol.
Lee lento, rápido, en horas, en semanas, en años, pero lee.
Lee hasta dudar, lee hasta creer, lee hasta producir.
Lee con la técnica correcta o sin ella, pero no pares de leer.
Lee para amar, lee para descubrir, para degustar sin viajar, para volar sin tener alas.
Lee como si hoy fuese el último día.
Lee como si fuese tu vida misma escrita ahí.
Lee hasta envejecer.
Lee para que cuando llegues por fin a la cima, sepas por qué estás allí.
(Blandón, 2019)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Cassany, D. (2006). Tras las líneas: Sobre la lectura contemporánea. Recuperado el 12 de diciembre de 2019, de http://www.inv.communicare.efn.uncor.edu/wp-content/uploads/2013/07/PP-Cassany.pdf
Fillola. (2004). El lector ingenuo y el lector competente. Recuperado el 14 de diciembre de 2019, de Pautas para la reflexión sobre la competencia lectora: http://studylib.es/doc/4475567/el-lector-ingenuo-y-el-lector-competente
Freire, P. (2004). La importancia de leer y el proceso de liberación. México: Siglo XXI Editores.
Mendoza, A. (2005). El intertexto lector. Barcelona: Fundación Biblioteca Vitual Miguel de Cervantes.
Moreno, Á. S. (2006). La mejora de la comprensión lectora. Recuperado el 14 de diciembre de 2019, de http://servicios.educarm.es/templates/portal/ficheros/websDinamicas/154/II.2.sanz2.pdf
Perera, G. G. (enero de 2012). La comprensión lectora como pilar esencial para el aprendizaje del alumnado en todas las áreas curriculares. Obtenido de http://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/ecoescuela/tamadaba/files/2012/01/La-comprensi%C3%B3n-lectora-pilar-esencial-para-el-aprendizaje-del-alumnado-en-todas-las-%C3%A1reas-curriculares.pdf
Solé, I. (2006). Estrategias de lectura. Barcelona: GRAO.
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