Arboles forrajeros, alternativas protéicas para mejorar la producción y calidad de la leche en bovinos doble propósito, departamento de Matagalpa, Nicaragua, 2009-2011
Palabras clave:
Nacedero, Morera, Madero Negro, Cratylia, Arboles forrajeros, Alternativas alimenticiasResumen
La principal limitante de la explotación ganadera nicaragüense es la alimentación y nutrición animal, particularmente para la época seca, donde en la mayoría de las regiones del país los pastos son escasos por falta de la presencia de las lluvias. Además durante todo el año la alimentación se basa en el uso de pastos, que aportan fibras y carbohidratos ricos en celulosa, que son aprovechados debido a la actividad simbiótica de la microflora ruminal. Una verdadera alternativa para mejorar la alimentación de los bovinos es la suplementación con forraje de arboles y arbustos con buen porcentaje de proteínas, necesarias para poder cumplir con sus necesidades de mantenimiento y destinarla para la producción de leche y la ganancia de peso. En nuestro país debido a influencias de instituciones y organizaciones se han introducido algunos de estos árboles forrajes como Nacedero (Trichanthera gigantea), Morera (Morus alba), Cratylia (Cratylia argentea), pero también se recomienda algunos de los arboles forrajero nativos como Madero Negro (Gliricidia sepium). Estos alimentos pueden ser suplementados a los animales en forma fresca, ensiladas o en harinas, las dos últimas opciones son una alternativa para disponer en la época seca de alimento de buena calidad para las vacas en producción láctea. En este trabajo se describe los resultados de las evaluaciones de estas tecnología que presentan altos contenidos nutricionales que fluctúan entre 14 y 28 % de PB, en presentaciones que van desde forma fresca, ensilada y harinas; comportamiento positivo en la producción láctea al aumentar en leche hasta en un 12 % y hasta en un 12.5 % la concentración de grasa.